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  La magia de la Navidad
 

Fíjate bien

La magia de la Navidad

Ya está aquí. Su llegada fue imperceptible y paulatina pero, sin duda, su presencia es evidente.  En nuestras pantallas ya vemos al calvo de la lotería, las tiendas venden turrones a gusto de cualquier consumidor, las calles lucen la decoración navideña, los niños escriben cartas a los reyes magos... La Navidad ya está por todos los lados y su magia está en el aire.

Sin duda habrá mucha gente a la que le encanta la Navidad. La asocia con la época de encuentros familiares, el tiempo de sorpresas, regalos, las comidas abundantes. No le importan los gastos excesivos, ya que vive con la ilusión y alegría estas fechas tan especiales. ¿Qué más da? La Navidad es sólo una vez al año y hay que celebrarla por todo lo alto.

         También no es de extrañar que a la gente le ilusione la llegada del año nuevo. Muchos esperan que sean más felices que el año anterior y que todo les vaya de mil maravillas. Hacen propósitos que van a empezar a cumplir a partir del uno de enero. Por lo consiguiente, muchos planean  dejar de fumar, ir al gimnasio, llevar una vida sana, hacer lo que tienen pendiente y todo ello el año nuevo. Parece que su llegada nos da más fuerza y energía. Si recordamos la película “El diario de Bridget Jones”, podemos comprobar como el año nuevo puede animar e ilusionar hasta a las personas más desesperadas. Así, Bridget Jones, a la que no le parece ir demasiado bien en la vida, aprovecha estas fechas para fijar propósitos y planes para el futuro tales como: dejar de fumar, adelgazar, formar familia, estar más segura de si misma, etc. Cree que de esta manera pueda empezar una etapa nueva, mejor de la que tiene. Es de esperar que después no consiga lo propuesto, pero no importa, la intención también cuenta.

         Es habitual que muchos directores de cine elijan la época de la Navidad para situar su película. Es un tiempo mágico cuando pueden pasar cosas inesperadas, sorprendentes o incluso inexplicables. Por ejemplo, la película “Love actually” está ambientada en la Navidad y cuenta diez diferentes historias a la vez. Hace especial hincapié en la necesidad de amor y amistad que sentimos en esta época. Recordamos a la gente que no hemos visto hace tiempo, reunimos con nuestros familiares y amigos. En estas fechas evitamos la soledad y damos las riendas sueltas a los sentimientos. Otro ejemplo de la película, ambientada en las fechas navideñas, puede ser “Serendipity” que trata el tema del destino y la casualidad. Jonathan y Sara son dos extraños en medio del gentío de la ciudad de Nueva York cuyos pasos coinciden llevados por el loco torbellino festivo, cayendo presos de una mutua e irrefrenable atracción. Pero ambos deciden dejar su reencuentro en manos de azar, buscando que el destino les una de nuevo.

         A pesar de todo el atractivo de estas fiestas, seguramente habrá otros que consideran que la Navidad se ha comercializado demasiado, de la que se aprovecha el mercado. La gente no se resiste ante la intensa lluvia de mensajes publicitarios que incitan a la compra de múltiples regalos. Nos pintan estas fechas como algo mágico, irrepetible, crean el mundo idílico donde podemos ser felices. Todo esto, claro, a través de la compra, la que pocos pueden controlar. Se convierten en consumidores compulsivos, dispuestos a pagar lo que sea para ver a su familia feliz. Aparte del gasto excesivo, después de Navidad solemos engordar por arte de magia. Luego empiezan los gimnasios, natación, intentos de volver a la normalidad. Es lo que tienen estas fiestas.

Pero nos guste o no la Navidad, seguro que nadie podrá escapar de ella. Es casi imposible no darse cuenta de su presencia. Seguramente nos contagiará el ambiente festivo, compraremos algún que otro regalo, haremos comidas familiares y disfrutaremos de las fiestas. Es inevitable.       

 

 
   
 
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