Continúa la historia de amor iniciada en “Antes del amanecer”
Ficha técnica de “Antes de atardecer”
Director: Richard Linklater
País: EE.UU.
Año: 2004
Título original: “Before sunset”
Duración: 80 min.
Género: drama romántico
Interpretación: Ethan Hawke (Jesse), Julie Delpy (Celine), Vernon Dobtcheff (encargado librería), Louise Lemoine Torres (periodista), Rodolphe Pauly (periodista), Mariane Plasteig (camarera), Diabolo (Philippe), Denis Evrard (encargado barco), Albert Delpy (hombre en el grill), Marie Pillet (mujer en el patio) Guión: Richard Linklater, Julie Delpy y Ethan Hawke. Basado en la historia de Richard Linklater y Kim Krizan
Música: Julie Delpy
Fotografía: Lee Daniel
Montaje: Sandra Adair
Distribuidora: Warner Bros. Entertainment España
Ficha técnica de “Antes de amanecer”
Director: Richard Linklater
País: Estados Unidos
Año: 1995
Título original: “Before sunrise”
Duración: 101 min.
Género: drama romántico
Interpretación: Ethan Hawke (Jesse), Julie Delpy (Celine), Andrea Eckert (esposa en el tren), Hanno Pöschl (esposo en el tren), Karl Bruckschwaiger (joven en el puente), Erni Mangold (mujer que lee la mano), Dominik Castell (poeta callejero),Wolfgang Staribacher (músico en barco), Peter Ily Huemer (dueño de café)
Guión: Richard Linklater y Kim Krizan
Música: Fred Frith
Fotografía: Lee Daniel
Montaje: Sandra Adair
Distribuidora: Warner Bros. Entertainment España
“Antes del atardecer” es la secuela de la aclamada “Antes del amanecer” (1995), película del mismo director y los mismos protagonistas en la que dos extraños se conocen en un tren rumbo a Viena. Jesse es un joven norteamericano de poco más de veinte años que vaga por Europa, y Celine es una estudiante francesa de la misma edad que viaja para visitar a sus familiares. El chico debe detenerse en Viena unas doce horas antes de poder tomar el avión de vuelta a los Estados Unidos y convence a Celine para que baje del tren y le acompañe durante este tiempo. La conexión que se establece entre Jesse y Celine es inmediata y profunda. Los jóvenes comparten una única noche juntos en la ciudad de Viena que marca sus vidas para siempre. En su emotiva despedida en la estación de tren, ambos prometen volver a encontrarse seis meses después en el mismo lugar y a la misma hora. Los protagonistas no intercambian teléfonos ni direcciones para no someter la frescura de su relación a la tristeza de las llamadas o las cartas. Si realmente se encontraban o no era un misterio que cada espectador resolvía por separado, de acuerdo a su propia manera de ver la vida.
En “Antes del atardecer” Jesse y Celine vuelven a verse nueve años después. En lugar de tener poco más de veinte años, ahora tienen algo más de treinta. Jesse es un escritor de gira por Europa y está presentando su libro en una pequeña librería de París, y Celine, que trabaja en una organización del medio ambiente, llega a verlo. Pero Jesse tiene que tomar su vuelo de retorno a Nueva York y, si antes tuvieron toda una noche para conocerse, ahora disponen apenas de una horapara averiguar si están hechos el uno para el otro. Prácticamente en tiempo real, vemos a Jesse y Celine paseando por París en verano, conversando inagotablemente, acosados por los miserables minutos que se acaban.
A pesar de esta sencilla estructura, lineal, cronológica, con apenas unos breves flashbacks de su anterior encuentro, “Antes del atardecer” está llena de momentos de tensión, peguntas que generan suspenso: ¿Qué ha pasado estos nueve años? ¿Qué significó aquella noche en Viena en las vidas de Jesse y Celine? ¿Se acuerdan el uno del otro? ¿Qué es lo que sienten? ¿Están casados o solteros? ¿Es la segunda oportunidad que nunca tuvieron o simplemente ya es muy tarde?
En “Antes del atardecer” vemos a los protagonistas más maduros y más complejos que en la primera película. Hace nueve años los dos eran unos jóvenes idealistas, con tanto optimismo sobre el mundo. Pero hoy en día ambos han vivido muchas cosas, han llorado y han tenido decepciones. La vida los ha moldeado y les han enseñado no el idealismo que ellos tenían, sino duras realidades que los han acomodado a otro estilo de vida que en el fondo cada uno quiere cambiar. Los sentimientos de los personajes, que antes fueron transparentes, ahora son ambiguos. Acceder a ellos, tanto para protagonistas como para el espectador, ya no será tan fácil. Sobre los treinta años, revelar qué se está sintiendo exige condiciones. Todos somos más difíciles, y la película lo asume con lucidez, con una certeza impecable.
Pero otras cosas no han cambiado tanto. Jesse y Celine se enfrentan a la misma ansiedad por comunicarse, a la misma risa nerviosa, a las mismas discusiones irresolubles, al mismo intento torpe de abrazarse a través de las palabras. A medida que pasean por las calles de París, la confianza va surgiendo poco a poco, y cada uno va obteniendo a su manera una especie de alivio. La forma en que se expresan y se hablan el uno al otro va siendo más fluida y más segura. Sin embargo, al igual que el espectador, ambos se preguntan por dentro si cada uno está casado, si tiene pareja, si es feliz y cuáles son sus planes.
El director de la cinta, Richard Linklater, recurre a secuencias con planos muy largos lo que permite crear la sensación de que este reencuentro transcurre en tiempo real. Esta técnica otorga todo el peso dramático a los actores que son muy naturales y creíbles. Además esta cinta es grandiosa por los diálogos que mantienen los protagonistas. A pesar de ser una película más hablada que visual, no aburre al espectador. La obra está llena de escenas emotivas que cultivan al público. Unos de los momentos más bonitos y más intensos de la película es cuando Jesse pide a Celine que le cante una de las canciones que ella ha compuesto. Apreciamos que cuando la chica pronuncia el nombre de Jesse en la canción, es como si todo fuera un sueño y no lo pudiera creer. Ella nunca imaginó volver a encontrarse con Jesse nuevamente, aunque todo el tiempo los dos lo han deseado.
El final de “Antes del atardecer” deja al espectador con dudas sobre el futuro de los protagonistas: si Jesse cogerá ese avión o si por el contrario, se quedará en París. Esta película no pone el punto y final en esta relación, sino permite continuar con esa historia de amor. Puede que dentro de unos años veamos que sucedió, y si Jesse y Celine acabaron juntos en algún país, o si Jesse volvió a escribir un libro, contando lo ocurrido esa tarde en París.
Sin duda, “Antes del atardecer” igual que su antecesora, es una gran película. El espectador vive junto con los protagonistas una historia romántica e intemporal, cercana y realista, sentimental, pero divertida, y a su vez alejada de los arquetipos de Hollywood. Esta obra de cine contemporáneo es un claro ejemplo de cómo se puede realizar una gran película sin necesidades de artificios, y como contando con solamente dos personajes podemos presenciar esa historia de amor que a todos nos gustaría vivir.